Ella, tan pronto débil como fuerte, tan pronto diamante como cristal. No obstante, ella es un cristal irrompible que lucha contra las mareas que quieren hacerla pedazos.
Su carcajada produce la mía y su llanto humedece mis ojos. Por ella sé luchar, por ella aprendí a reír y la fuerza que tengo no es otra que la que ella me ha dado.
Ella es la mujer de mi vida, y nunca dejará de serlo.
Feliz día mamá.
lesbiana
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